Tanto el melón como la sandía son frutas muy refrescantes y bajas en calorías, lo que las convierte en las favoritas de la época más calurosa del año: el verano. Hoy os contamos todo lo que necesitáis saber sus beneficios.

Ambas frutas tienen un alto contenido en agua por lo que ayudan a la reposición del agua y las sales minerales que perdemos durante el día. Pero no solo sus propiedades o beneficios las hacen especiales, también sus amplias posibilidades a la hora de comerlas y no solo como postre, también podemos usarlas en ensaladas, zumos, helados o… ¿Quién no ha probado el melón con jamón?

A continuación os contamos algunas recomendaciones para incorporar estas dos frutas de temporada en vuestro día a día. Ya que, además de su bajo aporte calórico, son dos excelentes opciones si buscas mejorar el rendimiento físico y la fuerza muscular en tus entrenamientos. Como te hemos mencionado en posts anteriores,  apoyamos la combinación de la alimentación saludable con una rutina de ejercicio físico diario. A través del concepto Fresh Fitness,  en pleno confinamiento lanzamos una campaña de colaboración con el preparador físico Toni Alonso. En su canal de Youtube puedes encontrar recetas sencillas y saludables, en las que la sandía tiene su particular protagonismo. 

El melón

El melón es una fruta con un contenido en agua de los más altos (entre un 90-95%) y una cantidad de azúcar inferior a la de otras frutas (6%) por lo que su contenido en grasa es muy bajo.

Pero no solo eso la hace especial, ya que el melón contiene: potasio, fósforo, hierro, magnesio, vitaminas A, vitaminas B y C… ¿Sabías que 100 gramos de melón proporcionan la mitad de la dosis diaria recomendada de vitamina C?

  • Vitamina A: en forma de beta-carotenos y potente antioxidante. Aportando beneficios para la vista, para la piel (retrasando el envejecimiento), para prevención frente a diversas enfermedades como el cáncer y enfermedades cardiovasculares.
  • Vitamina B: ayuda a regular el sistema nervioso y también favorece el sueño combatiendo así el insomnio.
  • Vitamina C: interviene en la cicatrización de las heridas y en la regeneración de la piel tras quemaduras o cirugías.
  • Potasio, magnesio, fósforo e hierro: facilita el buen funcionamiento de los sistemas nervioso, cardiovascular, potencia la memoria… algunos de los beneficios que aportan estos minerales.

La sandía

Como dato curiosos os diremos que la sandía es una una fruta milenaria cuyo origen se sitúa en África tropical. Su cultivo se remonta a unos 3500 años. Pero es que además, la sandía es a fruta que mayor cantidad de agua contiene: un 95%.

En cuanto a sus propiedades podemos destacar:

  • Es una fruta hidratante y depurativa, por su alto contenido en agua, por lo que es aconsejable para dietas bajas en grasa y para la retención de líquidos. Esto hace además, que los riñones funcionen con más eficacia mejorando así la función renal.
  • Los betacarotenos que contiene le otorgan a la sandía propiedades antioxidantes ayudando a retrasar el envejecimiento de la piel.
  • Contiene vitamina C favoreciendo así la creación de colágeno que ayuda mejorar el aspecto de la piel y en la cicatrización de heridas.

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