El presidente de la Fundación Ingenio, Adolfo García, pone en valor este documento y enfatiza la necesidad de que las administraciones pongan en marcha «medidas urgentes» en relación a los problemas de la laguna

Fundación Ingenio ha presentado un nuevo estudio relacionado con el Mar Menor. Su presidente, Adolfo García, pone en valor este documento y enfatiza la necesidad de que las administraciones pongan en marcha «medidas urgentes» en relación a los problemas de la laguna.

–Ha presentado un nuevo estudio. ¿Qué conclusiones se extraen de este análisis?

–Desde Fundación Ingenio llevamos varios meses trabajando en este estudio con técnicos y académicos de varias disciplinas para analizar los vertidos de aguas residuales que inciden en el problema del Mar Menor y determinar qué elementos son clave en su destrucción.

Las mediciones evidencian la existencia de factores como los fosfatos, el amonio, el E.colli y otros elementos químicos, imprescindibles para la degradación ambiental y mortandad de peces y obviados hasta el momento. Estos factores solo se pueden encontrar en las aguas residuales vertidas de forma sistemática y continuada desde distintas depuradoras, urbanizaciones sin red saneamiento y distintas ramblas como, por ejemplo, la Rambla del Albujón.

La principal conclusión del estudio revela que estos elementos químicos entra casi en exclusiva por las aguas residuales vertidas al Mar Menor a través de ramblas o de forma indirecta a través del acuífero cuaternario. Los riesgos para la laguna proceden de 27 depuradoras de las localidades ribereñas, urbanizaciones sin red saneamiento y el mal estado de la red existente, que debido a que el nivel freático es el más alto de la serie histórica, produce arrastres continuados de estas aguas fecales que se infiltran al Mar Menor por todo el borde litoral. Recuperar el Mar Menor exige eliminar la entrada de este ‘combustible’ de forma inmediata.

–¿Consideráis que el debate se ha centrado en buscar culpables en vez de soluciones?

–Quienes se empeñan en señalar a un único factor hacen flaco favor al Mar Menor y consecuentemente a la economía de la Región, porque va a afectar a todos los sectores económicos de la zona. La agricultura lleva años trabajando, pero no solucionaremos el Mar Menor si no se pone solución al resto de los factores implicados. Mantener al Mar Menor en el estado en el que se encuentra no solo no beneficia a nadie, sino que nos perjudica a todos.

–¿Qué medidas deberían ponerse en marcha tras conocerse estos datos para solucionar el problema?

–Las administraciones deben poner en marcha medidas urgentes para limitar los vertidos de aguas sin tratar. Deben amplificar la capacidad de las depuradoras, modernizar la actual red de saneamiento y conectar aquellas urbanizaciones y núcleos urbanos aún pendientes de conexión a la red, así como renovar los bombeos de las existentes.

Sin embargo, la medida más urgente que debería activarse es autorizar la extracción de agua del acuífero cuaternario a través de los pozos legales existentes bajo el control e inspección del organismo de cuenca. Los criterios de extracción han de ser determinados bajo criterios agronómicos, hidrogeológicos y ecológicos. La finalidad de la extracción es doble: reducir el gradiente hidráulico al Mar Menor y mejorar la calidad del acuífero cuaternario, aplicando un caso de éxito de economía circular.

–¿Qué consecuencias podría tener el desmantelamiento de la agricultura en la zona?

–Hay que tener en cuenta que el Campo de Cartagena produce alimentos en una época del año que no se producen en ningún otro lugar, de ahí [seguir leyendo]

Artículo publicado originalmente en el semanario Nuestra Economía de Diario La Verdad de Murcia.

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