La modificación genética (MG) es una tecnología que implica la inserción de ADN en el genoma de un organismo. Para producir una planta modificada genéticamente (OMG) se transfiere ADN nuevo a las células de esta planta. Estas, generalmente, son cultivadas para producir nuevos individuos cuyas semillas heredarán el nuevo ADN introducido.

Todas las plantas y animales contienen la información de lo que son y cómo son en el genoma, que está compuesto de genes, los cuales contienen la información necesaria para producir las proteínas que dan a las plantas sus características.

Una planta transgénica se consigue cuando se introduce una de estas secuencias en su genoma. Esto se puede lograr gracias a bacterias que transfieren parte de su ADN a las células vegetales. Aunque estos procesos ocurren también de forma natural, sin la intervención del hombre. Así, por ejemplo, se pueden encontrar plantas con genes de Agrobacterium tumefaciens, una bacteria capaz de transferir parte de su ADN.

Todos los alimentos que tomamos contienen ADN y al cocinarlos y digerirlos lo fragmentamos en sus componentes básicos que, a su vez, nuestras células utilizan para construir sus propios genes y proteínas.

Mientras la mejora convencional consiste en el cruzamiento entre individuos de la misma especie o especies próximas y la selección de los mejores individuos, entre la descendencia producida, la transformación genética es una técnica de mejora que en algunos casos es la forma más eficiente, o la única posible, de producir un individuo mejorado. Por ejemplo, cuando las características deseadas no se encuentran en individuos de la propia especie.

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Lorenzo Burgos Ortiz, Profesor de investigación del Cebas-CSIC.

Artículo publicado el 27 de Agosto de 2019, en Agro del Diario La Verdad de Murcia.

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