David De Scals
Marketing Insecticidas

Jornadas de formación FMC sobre la importancia de alternar el uso de materias activas para evitar resistencias, en plagas como Tuta absoluta

La reducción de materias activas y la presión de los supermercados, que no solo exigen cumplir con los LMRs establecidos por la Unión Europea, sino que, además, limitan la aparición de residuos en frutos a pocas materias activas, están comprometiendo, sin ninguna base científica, la alternancia de diferentes modos de acción. Todo ello está llevando a los productores a tener que seguir malas prácticas agrícolas como por ejemplo la repetición de aplicaciones de productos top (que no afectan a la fauna auxiliar, elevada eficacia, favorable perfil toxicológico) así como la aplicación de fitosanitarios a través del riego por goteo (para minimizar la aparición de residuos en frutos) lo que refuerza la aparición de resistencias.

En la primera Jornada de Formación, organizada en Águilas (Murcia), más de 100 agricultores y técnicos han asistido a las diferentes ponencias que tuvieron lugar para tratar este grave problema, empezando por la de Antonio Monserrat Delgado, técnico de plagas del IMIDA de Murcia. Este experto destacó que en Murcia se han hecho muy bien las cosas en la última década y se han aplicado técnicas de control biológico y estrategias de Producción Integrada, pero la reducción de materias activas de los últimos años y la presión irracional de los supermercados está provocando que empiecen a aparecer resistencias en plagas como la Tuta Absoluta. Antonio Monserrat pidió un poco de sentido común a autoridades y supermercados, que están haciendo una presión innecesaria y desproporcionada a los agricultores, con exigencias muy por encima de los que marca la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria), reduciendo drásticamente sus alternativas de tratamientos. Remarcando que la seguridad de las frutas y hortalizas que actualmente se están comercializando son, sin duda alguna, las más seguras de toda la historia.

En la misma línea de denuncia habló Pablo Bielza Lino, Catedrático de la Universidad Politécnica de Cartagena y asesor externo del Comité de Prevención de Resistencias Insecticidas (IRAC) en España, quien destacó que nuestro país estaba libre de resistencias a Tuta Absoluta gracias al buen trabajo realizado por parte de todas las personas implicadas en el proceso productivo, siendo un ejemplo en Europa frente a países como Grecia, Italia o Francia. Sin embargo, la fuerte presión realizada por los supermercados sobre los agricultores españoles está poniendo en peligro la continuidad de este buen trabajo, haciendo que continúen la tendencia de otros países en la aplicación de malas prácticas agrícolas, haciendo que empecemos a tener las primeras resistencias en una plaga de muy complicado control.

Alternar materias activas y dejar 60 días entre aplicaciones, clave para un buen control de Tuta absoluta

Para Pablo Bielza estamos a tiempo de revertir esta situación si tomamos medidas y concienciamos a los agricultores de este problema, para que utilicen todas las herramientas a su disposición para combatir la Tuta Absoluta (prácticas culturales, lucha biológica, alternancia de materias activas, etc). Pablo Bielza aseguró que el agricultor tiende a abusar del uso de productos “cinco estrellas” como Altacor® 35WG, ya que tiene alta eficacia en la plaga objetivo, no dañando a la fauna auxiliar, y con un perfil toxicológico favorable, pero deben alternarlos con otros productos si no quieren que pierdan su eficacia a medio plazo.

Por tanto, la única opción para evitar la aparición de resistencias es alternar productos con diferentes modos de acción, dejando los productos más eficaces, como Altacor® 35WG, para aplicar en el momento donde sea más necesario controlar la plaga. Esta aplicación siempre debe ser por pulverización sobre la planta y a las dosis recomendadas, nunca a través del riego por goteo, ni por debajo de la dosis indicada en etiqueta. Y, por último, después de usar las aplicaciones recomendadas de una materia activa, no volver a utilizarla durante 60 días, para que varias generaciones de la plaga no estén expuestas al mismo modo de acción y así evitar la aparición de resistencias.

Más información: www.fmcagro.es

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