Calidad, servicio y seguridad alimentaria para nuestros clientes y socios productores

Soltir es una alhóndiga que inició su actividad en 2013 con 150 socios en 2013 y actualmente está formada por 222 socios productores. Durante estos años hemos permitido que se incorporen nuevos socios con la filosofía de prestar los máximos servicios y trabajar de la mano del socio en la planificación y producción.

Contamos con un departamento técnico de 4 personas, un sistema de venta de subasta diaria muy ágil, que permite que todos los productores conozcan el precio de sus productos diariamente. Además, de nuestra segunda línea de venta a clientes finales, que permite que en ciertos momentos mejoremos los excedentes de oferta.

¿Qué objetivos persigue Soltir?

Calidad, confianza, servicio, seguridad alimentaria, son muchos los puntos que ponemos en valor con nuestros clientes y socios productores. La concentración de oferta nos hace poder llegar a los principales mercados. Nuestra producción ofrece las máximas garantías en seguridad alimentaria y podemos afirmar que nuestros cultivos tradicionales tienen las mismas garantías que cualquier agricultura ecológica.

¿Qué productos trabaja y para qué mercados?

Soltir se dedica a la comercialización y distribución de hortalizas, principalmente pimiento, alcachofa, brócoli, calabacín y melón, procedentes de las explotaciones agrícolas de sus socios, que suman 2.500 hectáreas de superficie cultivada, de las que 400 son de invernadero.

Nuestra producción se destina en un 70 % a los mercados europeos y un 30 a mercado nacional, las  dos líneas de venta ponen en valor la producción de nuestros socios, con la subasta diaria que realizamos somos proveedores de las principales empresas que reexportan a toda Europa, y nuestra comercialización directa de una parte de la producción hace que seamos una herramienta de venta muy ágil y dinámica, que abastece a los principales mercados centrales y cadenas de distribución de Alemania, Portugal, Italia, Inglaterra, Polonia y países asiáticos.

¿Qué aporta al sector agroalimentario?

Nuestro slogan “Del campo a su mesa y directo del agricultor” lo hemos utilizado en toda nuestra cartelería porque una de nuestras principales ventajas es la rapidez en llegar con el producto fresco. Diariamente recolectamos el producto y en un plazo de 6 horas está viajando hacia su destino para su comercialización. Mantenemos líneas de investigación con el Imida y las empresas de semillas para conseguir mejoras en los productos que producimos, participamos en varios proyectos de investigación como Citrusgen  y la Catedra Agricultura Sostenible del Campo de Cartagena, donde se han conseguido importantes avances.

¿Bajo qué valores realizan su actividad?

Actualmente nuestras instalaciones cuenta con las principales certificaciones de calidad como BRC, ISO9001, ISO14001, y GLOBAL GAP para todas nuestras plantaciones en opción 2 que garantiza que todos nuestros agricultores cumplen los más estrictos controles de calidad para garantizar una máxima seguridad alimentaria.

La seguridad alimentaria es tan importante como la calidad, por lo que nuestros productos ofrecen la máxima garantía de residuos 0, para ello controlamos la producción desde el semillero hasta la recolección, con un departamento técnico de 4 personas que nos sitúan como referente en seguridad alimentaria.

¿Qué retos tiene por delante Soltir de cara a la realidad del sector agroalimentario?

La internacionalización de una empresa es algo más complejo que el conseguir aumentar nuestras exportaciones, ya que supone un gran esfuerzo de todos, para conseguir la integración de todos los departamentos en un servicio permanente de integración con nuestros clientes extranjeros, todo ello hace posible un continuo crecimiento de nuestras exportaciones, como ponen de manifiesto nuestro cierre de campaña con un aumento del 12 % en exportaciones.

Nuestras exportaciones en productos agrícolas, tienen todas las garantías sanitarias para el consumidor, frente a terceros países que pueden generar dudas sobre las técnicas utilizadas en sus cultivos, puesto que no están sometidos a una legislación tan exigente como la Europea.

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