Actualmente en España los recursos hídricos se encuentran bajo una fuerte presión entre los diversos sectores (la agricultura, el abastecimiento de la población, la producción de energía, la industria, el turismo y el medioambiente). Con una gran competitividad entre regiones por el agua, lo que está afectando incluso al desarrollo de muchas de ellas.  Se espera que esta competitividad vaya en aumento por una reducción de los recursos hídricos disponibles debido al cambio climático.

Todo ello está provocando que algunos sectores de la opinión pública estén cuestionando el papel actual de la agricultura de regadío por ser el mayor consumidor de agua, exigiendo que se aumente el caudal ecológico en los ríos y que se reduzca su presión sobre las masas de agua. Además se señala que el regadío se está convirtiendo un pozo sin fondo, con un incremento continuo de su consumo de agua, resaltando que en España no se están realizando políticas de reducción de la demanda de agua.  A continuación voy a exponer mi visión sobre este asunto.
El regadío español está haciendo una apuesta clara por su sostenibilidad desde hace años, cuyo objetivo principal es hacer totalmente compatible su actividad con el medioambiente, garantizando el buen estado cuantitativo y cualitativo de las masas de agua tanto superficiales como subterráneas. Para ello está basando su gestión en la modernización de regadíos, y en el fomento de la investigación y la incorporación de las nuevas tecnologías. De acuerdo con Joaquín Rodríguez “la modernización de regadíos se está constituyendo en una respuesta estratégica integral en el ámbito del agua, suelo y biodiversidad para conseguir el equilibrio entre la intensificación sostenible de la producción alimentaria de calidad y la adaptación al cambio climático”.
Debo significar que en España, según el Instituto Nacional de Estadística, el uso del agua en el sector agrario ha descendido de 17.083 hectómetros cúbicos en 2002 a 14.948 en 2016. Por tanto se ha producido una reducción del consumo de agua de la agricultura de regadío para este periodo del 14%. Mientras que para ese mismo periodo la superficie regada se ha incrementado en un 9%, según la Encuesta de Superficies y Rendimientos de Cultivos (ESYRCE) la superficie de regadío en España en 2017 era de 3.733.695 hectáreas, lo que supone un 22% de la superficie cultivada en nuestro país. De esta superficie 1,79 millones de hectáreas han sido modernizadas. Desde el año 2000 la inversión total realizada en modernización de regadíos ha sido de 3.815 millones de euros, de esta cantidad las comunidades de regantes han aportado 1.172 millones de euros.

Mariano Soto, Secretario General de la Comunidad de Regantes Campo de Cartagena

Artículo publicado en su blog ‘El Regadío’ el 12 de septiembre de 2018; pero sigue muy vigente.

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